Kinderdijk, los gigantes traga luz

“-La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.

-¿Qué gigantes?- dijo Sancho Panza.

-Aquellos que allí ves-, respondió su amo,-de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.-” 

M. de Cervantes Saavedra

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Esta entrada es pues, un relato visual de las aventuras de Priscilla, que en un día afortunado se encontró en una tierra lejana, coloreada de cobre y de ocre, de blanco y azul. Y de cómo, sin esperarlo, se topó con gigantes que se alimentan de luz.

Que sus ojos lo disfruten

Línea dorada entre dos ondulados azules

Los molinos, el trigo, el hombre, todos se alimentan de luz.

Reflejos en azul y verde, en agua y tierra.

El viento transportaba y mecía los rayos solares, depositándolos en la Tierra.

El agua tenía su propia celebración, una danza con el viento y con el sol.

Camino entre las aguas.

Curvas y reflejos. Luz que envuelve y cobija.

Así es como del trigo que bebe sol, los gigantes obtienen pan tostado ;)

Justo en acción, cuando los gigantes tragan luz

Las aves también se unen al festejo de colores tardíos.

¿Quién vive ahí? ¿Qué se necesita hacer para ser tan afortunado?

El sol es el verdadero Rey Midas, convirtiéndo en oro todo lo que toca

-Cazadores de oro, de la imágen perfecta-

Con sus últimos rayos, algodones de azucar aparecieron brevemente en el horizonte

Listos para decir adiós

Y así Priscilla partió, con el corazón nutrido, con los ojos hipnotizados.

Los quiere,

Pris