El palacio, el palacio del rey número... sol: Deslumbradas en Versailles.

Oh el absolutismo, uno que pensaba que había quedado enterrado desde 1848, y de pronto wow, parece que después de las elecciones de EUA, como la moda de los 70's, "está de regreso".😶

Ya sé, el tema no es para bromear, pero sí que me deja introducir así casual, nuestra visita al palacio de Versailles, uno de los grandes símbolos del absolutismo francés.

Una gran reja dorada separaba a los monarcas del pueblo. Cualquier parecido con un "muro-que-vamos-a-pagar-los-mexicanos", es pura coincidencia -o mi paranoia-. 

Versailles comenzó como un lugar de retiro para el rey Luis XIII, donde podía alejarse y dedicarse a cazar sin ir muy lejos de Paris. Años más tarde, su hijo, Luis XIV hizo de Versailles el más ostentoso palacio real y su morada principal.

Quién le hubiera dicho que siglos después, una plebeya como yo posaría en tantas locaciones de su palacio, majestad #inyourface jajaja

El país estaba en crisis financiera, la gente moría de hambre y la falta de empleo era escandalosa (ya sé, suena a lo que leémos diario en las noticias!), sin embargo Versailles crecía y se remodelaba, y también se engalanaba de tanto en tanto, ofreciendo fiestas que duraban días. Un lugar digno para el Rey Sol (nombre que el nada egocentrista monarca se dio a sí mismo, jajaja).

Recorrimos sus pasillos y estancias rodeados de otro sin número de turistas. Todos queríamos sentirnos como la realeza por unos minutos. Por eso la imagen de abajo es tan genial, muestra un pasillo libre, tranquilo y silencioso, cual monasterio.

Muchísimas pinturas y esculturas decoran el palacio, todas gritando la grandeza de su rey.

y sus reinas. Aquí un busto  del rey sol, Luis XVI y un retrato de la famosa reina María Antonieta (esposa de Luis XVI).

La capilla del palacio

Las habitaciones de la reina.

Y la bien reconocida "Galería de los espejos"

Luis XIV la adoraba porque nunca fallaba en deslubrar a sus visitantes, y no sin razón.

Si verla toda dorada y brillante, alumbrada por la luz de las incontables velas que llenan los candelabros ya quita el respiro. Imagínense en aquella época, en la que los espejos no eran comúnes, y uno pequeñito podía costar una gran suma de dinero, de pronto verse rodeado de espejos de dimensiones impresionantes para la época. No cabe duda que el rey sol sabía cómo impresionar 😎

Aunque para una plebeya como yo, todo el exceso del palacio no se compara con la belleza simétrica de los jardínes diseñados por Le Nôtre (veánse esta peli sobre estos jardínes protagonizada por Val, jajaja, bueno, por un actor que es su doble, de verdad nos transporta a la época, aunque honestamente pinta al rey mucho más benévolo de lo que imagino que era).

Gisi nos compró boletos para el espectáculo de las fuentes, que sólo pasa los martes y en fechas especiales (creo, mejor chequen en la página de Versailles). Nos gustó muchísimo!, pero si uno no quiere gastar, los jardínes se pueden visitar de manera gratuita cualquier otro día de la semana (eso hice cuando visité los jardínes con mi familia. Aunque la entrada al palacio siempre cuesta).

Uno de los grandes problemas del lugar era la escasez de agua, pero hacérselo entender al rey que dijo "El estado soy yo" (ósea, el reino soy yo, y lo que sea que yo, un individuo, diga, es lo que es) estaba difícil. Así que los jardineros tenían que estar al pendiente de cuando el rey salía a caminar por sus jardínes, y se silbaban entre sí para activar las fuentes por las que iba pasando y apagaban las que quedaban atrás para que el agua fuera suficiente.

Y los jardínes se extienden hasta el horizonte, mezclándose con el bosque. Nosotras no llegamos mucho más lejos, pero vimos gente tomando paseos en bici y paseando a sus mascotas. Algún día voy a pasar un día entero andando por los jardínes 🐕🐾

Y como cenicientas, casi corriendo dejamos atrás tanto esplendor. 

Luis XIV indicando a la salida/entrada de su palacio.

Por alguna razón no tengo fotos con mis amigas en el palacio de Versailles, pero la visita no hubiese sido tan divertida y única sin ellas. Así que cierro este ciclo de Suri aventuras con una de nuestras fotos con la torre Eiffel.

Esta entrada es un homenaje a uno de nuestros tantos viajes, y al primero internacional. En París nos despedimos momentáneamente y desde entonces espero con ansias el momento de emprender una nueva aventura juntas.

Las llevo conmigo siempre 💙💚💛💜

Pris